miércoles, mayo 24, 2006

Los Estatutos de redaccion de EFE



El que esto escribe tiene mucho respeto por su oficio.

Noble profesión o vil oficio, según como se ejerza, el periodismo pasa por una seria crisis. Una crisis de valores. Se dirá que son los tiempos. Tiempos difíciles. Donde los mercaderes han tomado por asalto las Redacciones y se han apoderado de la noticia, del poder de la información, convirtiendo el ejercicio de la prensa en una transacción comercial al servicio de intereses privados o corporativos.

No hay nada peor que le pueda pasar a un medio que perder su credibilidad y con ella el respeto de sus lectores. Se olvida, muchas veces, que la integridad, la reputación, la credibilidad de un medio no es otra que la reputación, la integridad y la credibilidad que le proporcionan sus periodistas.

El panorama de la prensa es desolador. Ni el periodismo americano ni europeo escapa a una crisis que tiene más de ética que de estética.

En conducta la prensa latinoamericana tampoco le va a la zaga. La manipulación informativa durante el proceso electoral peruano ha sido escandalosa, es apenas un botón de muestra.

El periodismo no es bueno ni malo. Sólo hay periodistas mal formados y deformados por su vil ejercicio y periodistas que encuentran en él una posibilidad de servicio social y de bien común.

Por eso, vale reseñar y destacar el Estatuto de Redacción que los periodistas españoles de agencia EFE acaban de aprobar. Se trata de un Estatuto que establece un nuevo marco de relaciones entre el Consejo de Redacción, los representantes sindicales y la dirección de la empresa.

El jueves, 18 de mayo, los periodistas de la mayor agencia de noticias de habla hispana optaron por un estatuto que regulará sus normas éticas y profesionales. Con ello, según Alex Grijelmo, presidente de EFE, se abre una nueva etapa "en la que la manipulación informativa ya no es posible".

El Estatuto consta de 128 artículos, con capítulos dedicados a los derechos y obligaciones de los periodistas, la cláusula de conciencia, el secreto profesional, el tratamiento de las fuentes informativas y los derechos y obligaciones de la Dirección.

Su preámbulo destaca que, por su vocación de servicio público informativo, Efe "carece de línea ideológica, no transmite opiniones propias, sino noticias, crónicas, reportajes y análisis periodísticos, en cualquier soporte, basados en la veracidad de los hechos, la consulta de todas las fuentes, el rechazo de toda manipulación y el respeto a los principios éticos que rigen el protocolo de obtención y edición de información".

Sin duda, lo hecho por EFE es un acto que procura devolver al periodismo, algo que nunca debe perder: su decencia.